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Cunas


Para los primeros meses 
Un bebé duerme entre 12 y 15 horas al día, por lo que es fundamental elegir una buena cuna. La cuna es ideal para los primeros meses. Gracias a sus reducidas dimensiones, puedes trasladarla donde quieras, en tu habitación o en la de tu bebé.
Las cunas de bebé están diseñadas para ofrecer un confort óptimo y la máxima seguridad durante los primeros meses de vida. Ligeras y portátiles, pueden trasladarse fácilmente de una habitación a otra. Fabricadas con materiales transpirables, garantizan un entorno saludable para tu recién nacido. Opta por una cuna práctica y atractiva que garantice a tu bebé un sueño tranquilo y que se integre perfectamente en tu entorno. Especialista en el mundo del bebé desde hace más de 15 años, Smallable ha encontrado para usted las cunas más bonitas del mercado. 
 

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¿Cuáles son las preguntas más frecuentes sobre las cunas?

¿A qué edad puede utilizar mi bebé una cuna?


Las cunas suelen utilizarse desde el nacimiento hasta los 4 ó 6 meses, o hasta que el bebé puede sentarse o darse la vuelta. A partir de ese momento, es más seguro pasar a una cama más grande, como una cuna.


¿Cuáles son las ventajas de una cuna frente a una cuna?


Las cunas son más pequeñas y cómodas para los recién nacidos, ya que crean un entorno acogedor que puede ayudar a los bebés a sentirse seguros. También son más portátiles, lo que permite a los padres tener al bebé cerca en distintas habitaciones de la casa.


¿Qué materiales son los mejores para una cuna?


Los materiales naturales, como la madera no tratada y los tejidos transpirables, son ideales porque son seguros y suaves para la delicada piel del bebé. Evita los materiales tóxicos o las pinturas que contengan productos químicos nocivos. Smallable da prioridad a las marcas eco-responsables. No dudes en consultar nuestra guía Greenable para orientarte sobre los distintos criterios ecológicos.


¿Cómo elegir una cuna segura?


Asegúrate de que la cuna cumple las normas de seguridad, con una base estable, bordes redondeados y sin piezas desmontables que puedan suponer un riesgo de asfixia. Comprueba que el colchón se ajusta perfectamente, sin huecos en los que el bebé pueda quedar atrapado.