Caramel
interview
Eva Karayiannis
Hay nubes en el cielo, pero aún no hay indicios de lluvia mientras caminamos por King's Road –una encantadora calle comercial del oeste de Londres– hacia a la sede de Caramel. Su fundadora, Eva KARAYIANNIS, nos recibe en la primera planta del edificio vestida con un traje muy elegante de la marca. Su estilo es tan distintivo y único como la propia Caramel, que captura la magia de la infancia y el encanto vintage en piezas artesanales confeccionadas con una exquisita atención al detalle. Eva cree que es posible disfrutar de un negocio de éxito dirigido por la intuición, la creatividad y la pasión. Hablamos con ella sobre la identidad de la marca, sus fuentes de inspiración, la vida familiar y sus lugares secretos en Londres.
¿Quién se esconde detrás de Caramel y cuál es tu papel en la empresa?
Jaja, nadie se esconde detrás de Caramel, está llena de gente con mucho talento que ama el proceso de convertirla en realidad. El amor por la marca es contagioso. Mi trabajo es asegurarme de que evolucionamos haciendo mejores diseños cada año y ofreciendo lo mejor. Intento llenar el estudio de material creativo y estimulante para ayudarnos a empezar el proceso creativo de cada colección.
¿Cuándo y cómo decidiste trabajar en la industria de la moda? ¿Recuerdas algún momento decisivo cuando eras una niña o algo que te haya empujado hacia este sector?
Yo era una de esas niñas que adoraban a sus muñecas, desde Cindy hasta Barbie. Me pasaba el día vistiéndolas y haciéndoles ropa de papel. Jugué con ellas hasta los 12 años... lo cual suena un poco raro. Y luego pasé a vestirme a mí. Siempre me han encantado la ropa y la moda. Mi madre se hacía mucha ropa a medida y yo la acompañaba a menudo. Ella escogía la tela y el estilo y la modista hacía el diseño y la confeccionaba. Mi primer vestido fue uno de Alaia. Solía comprar algunas prendas, pero eran especiales y muy meditadas. La relación que mi generación tenía con la ropa es totalmente diferente a la que se tiene actualmente, nosotros apreciábamos el trabajo artesano y el diseño. Y eso es lo que quiero que le pase a la gente con mis prendas, que recuerden qué sienten al usarlas.
¿Cuál era tu deseo cuando creaste tu propia marca?
Quería que los niños disfrutasen del diseño y la calidad que les faltaba, así que lo hice como si estuviese diseñando ropa para mujer utilizando telas increíbles y no permitiendo que me limitasen los tabúes relacionados con el color y el tejido.
¿Cuál es la identidad de la marca, cómo la describirías?
En el mismo momento en el que abrí mi tienda supe que había creado algo nuevo y que la gente no se iba a quedar indiferente, sino que reaccionaría de alguna manera. Eso me dio la fuerza y el respaldo para desarrollar mi marca.
¿De dónde procede el nombre?
El caramelo [la marca se llama Caramel, que en castellano significa «caramelo»] es dulce y fuerte a la vez, a veces hasta adictivo, y sentí que la marca era una combinación de todo eso.
¿Cuáles son los lugares, diseñadores, fotógrafos y músicos que te inspiran actualmente?
Me encanta poner en orden el caos y me gustan las ciudades que tienen elementos caóticos, me los traigo de vuelta conmigo a Londres y los ordeno. Adoro Nueva Delhi, Marrakech, Nueva York, Atenas y Milán. Algunos músicos que me gustan mucho son Shuggie Otis y Sade y admiro a fotógrafos como Paolo Roversi, Stephen Meisel y Jamie Hawkesworth, que acaba de fotografiar la nueva campaña de Loewe. Bruce Weber ha utilizado nuestra ropa para niños en una sesión de fotos para la revista W, tengo curiosidad por ver qué tal ha quedado.
Creciste en Grecia, ¿conservas alguna tradición familiar de ese país?
Creo que la mayoría. Tengo una relación muy cercana con mis padres, mis hijos y yo celebramos las tradiciones religiosas y, finalmente, he aceptado que no puedo ser yo misma y sentirme feliz y completa sin esos referentes.
¿Qué haces para lograr el equilibrio entre tu trabajo y tu vida familiar?
Después de años de búsqueda, ahora siento que lo he encontrado. Sé que no puedo ser feliz dedicándome solo a la vida laboral o a la familiar, así que les dedico a ambas el tiempo y la atención que requieren y es una sensación maravillosa. Ya no soy una persona o la otra, sino tanto la que trabaja como la que está en familia.
¿Cuáles son los retos cotidianos de tu marca?
Seguimos siendo una marca pequeña al lado de las megamarcas y para competir necesitamos la excelencia. No damos nada por hecho y eso significa trabajar duro cada día.
¿Puedes decirnos algo sobre algunos de tus proyectos actuales y futuros?
Diseñar ropa de mujer fue un gran proyecto, porque no es algo que se ponga a la venta alegremente. Necesita mucha dedicación y pertenecía a un ámbito en el que necesitábamos aprender, entender las telas, las formas, etc.
¿Cómo pasas el tiempo cuando no estás trabajando?
Tengo un hijo pequeño con el que juego al fútbol y a quien leo cuentos y también hijas mayores con las que comparto mi amor por los mercadillos de segunda mano, los lentos almuerzos de los domingos y los cócteles deliciosos. También me gusta leer o relajarme en la cama. Y disfruto estando en casa o viendo una película con mi marido.
La mejor actividad para hacer con niños en Londres:
Londres tiene los mejores parques del mundo. A Aris le encanta el barco pirata de los jardines de Kensington y el parque de Battersea. También tenemos un jardín comunitario, algo único en Londres, al que solemos ir los fines de semana.
¿Podría compartir con nosotros su agenda de lugares secretos en Londres?
La iglesia griega Agia Sofia para meditar, el Howe de Pimlico para encontrar excelentes prendas vintage inglesas, las tiendas cercanas a Alfie's Antiques para comprar magníficas alfombras persas tribales soumak y cenar en el 5 Hertford Street o en Scotts.
¿Qué es lo que más te gusta de Smallable?
Que va haciendo crecer su marca de una manera similar, con paciencia, y admiro su integridad.
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